El piso se distribuye en dos dormitorios, un salón comedor, cocina, baño y un recibidor abierto hacia el salón.
En este caso se aprovechó el mobiliario existente de las habitaciones y se pintó el único mueble en el salón para darle más luz, si cabe, a esta estancia. El color original de las paredes también se mantuvo puesto que estaba en buen estado y los colores eran bonitos y luminosos.
En las habitaciones se utilizaron textiles en colores claros para crear sensación de limpieza y dar amplitud. En el salón se utilizó mobiliario de color blanco de líneas actuales como la mesa Tulipe o las sillas Tower. Para dar calidez al conjunto se optó por poner elementos en colores mostaza creando de esta forma un espacio acogedor.